sábado, 31 de diciembre de 2011

Óleo - retrato de C.

"Día 2: Querido diario, de momento me lo estoy pasando como un enano..."

¡Arranco con el óleo! Quiero hacer en una sola capa todo el retrato, con lo que no se admiten demasiados fallos.

Empiezo por el ojo, por dos razones básicas:
1) Me encanta pintar ojos
2) Si acabo una parte que permite reconocer ya algo el retrato, me animará para siguientes fases en las que probablemente me desanimaré de lo que estoy pintando. Así, ese ojo me recordará que hay que seguir adelante.

Estoy trabajando con las 9 premezclas que comenté ayer, a las que voy añadiendo nuevos colores según sea necesario (por ejemplo, azul ultramar para desaturar algún tono de la piel; algún magenta, carmín o rojo cadmio para enrojecer otras zonas, etc...

He corregido la zona del cuello y afinado un poco más la frente. En el cuello hay un color muy saturado bajo el mentón, producto del reflejo de la propia piel del pecho en la barbilla. Me he pasado con la saturación, ya la rebajaré mañana.

La parte del mentón que sube hasta el pómulo tiene tanto colores fríos como cálidos, lo que da cierta variedad de tonos muy interesante.

En el pelo hay unos brillos azules que en la foto que hice apenas salen, pero que sí tenía anotado en el boceto en vivo. Voy incluyéndolos.

El fondo me plantea dudas. Sé que quiero un ocre verdoso desaturado, pero de momento es sólo ocre verdoso. Veremos si cuando esté todo acabado hago una veladura para desaturarlo, o lo repinto entero.

Óleo sobre lienzo en tabla 33x41cm.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Óleo - Retrato de C.

Creo la mancha en acrílico, pero esta vez en grisalla (simplemente negro+blanco en distintos tonos). Hay gente que añade ocre a esa grisalla para dar un gris más cálido (casi se convierte en verdaccio).

Con la grisalla empiezan a aflorar los fallos del dibujo: la nariz no está bien, el cuello tampoco, y la boca menos todavía. Pero todo tiene arreglo en esta vida, así que lo iré solucionando "dibujando" con el óleo.

Con el óleo estoy haciendo "premezclas" de colores según las notas que apunté sobre el boceto en vivo: varios colores oscuros (la mayoría cálidos pues la luz que se reflejaba era bastante fría), tonos medios (bastante cálidos también), y tonos claros, en general bastante desaturados y fríos (como comentaba, por la luz que se recibía).

Cuando hice el apunte y las fotos, la luz que entraba era de primera hora de la mañana y dirección oeste. No era luz directa del sol, sino reflejada del cielo, de ahí el color frío de las luces en el rostro de C.

Óleo (de momento acrílico) sobre lienzo en tabla 33x41cm.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Óleo - Retrato de C.




 Mientras seca la mancha del desnudo que estoy haciendo, arranco un retrato que llevaba mucho tiempo queriendo hacer, porque C. tiene un perfil fantástico para pintarlo.
Así que armado de cámara y lápiz me planto en su casa para tener las referencias con que arrancar el cuadro.
Va a ser un formato un poco más grande que el desnudo que mostraba estos días (éste será 41x33cm.), y quiero utilizar grisalla como base para pasar directamente a la fase final, a ver qué tal queda. Probablemente lo haga a base de veladuras, suponiendo que
a) Tenga suficiente tiempo (muy difícil)
b) Tenga suficiente paciencia (casi imposible).

Estoy utilizando tres referencias: una foto a color, una foto a blanco y negro (para ver los tonos - los "values" que llaman los guiris), y un apunte que hice en vivo para ver algunos detalles de la cara, y sobre el que anoté algunas observaciones sobre colores (tono de la piel, etc...), pues no se puede uno fiar de la foto en color. En realidad las fotos no pueden ser copiadas tal cual pues no tienen toda la información necesaria, y en cambio tiene exceso de información en aquellos pasajes en que menos te interesa tenerla.

Trazo de nuevo cuadrícula para pasar el boceto al lienzo, y hago los primeros trazos a lápiz. Marco aquellas sombras más pronunciadas para tener un mapa de tonos para la siguiente capa. Una vez medio contento con el lápiz (no estoy demasiado convencido, lo que es un error pues no debería pasar a la siguiente fase sin estar TOTALMENTE convencido - pero en este caso me animan a que continúe) repaso con un pincel de tinta indeleble los principales rasgos del lápiz. Lo de tinta indeleble es en teoría, pues en cuanto aplico acrílico, éste se ensucia con la tinta del pincel.

Seguiremos avanzando con la mancha en acrílicos ocres y blancos.

(Será) óleo sobre lienzo en tabla 33x41cm.


Óleo - desnudo

Hoy he podido darle un buen empujón al cuadro, rematando lo que quedaba de la figura, ymanchando un poco el entorno. He cambiado a un color más frío la pared para que destaque la figura (la pared original es color ocre).

A continuación toca esperar a que seque antes de dar la capa definitiva, siguiendo la vieja máxima de "graso sobre magro" aunque en mi caso la capa inferior va muy diluida en aceite de lino (con lo cual sería la capa más grasa), con lo que no sé si al aplicar más materia encima acabará cuarteando. Me vendrá bien la espera, pues ahora estoy en esa fase en la que lo que te apetece es tirar el cuadro a la basura pues te arece que no tiene arreglo, y eso que soy consciente de que dentro de unos días cuando pase a la fase final estaré más contento con él. Pero , en fin, en todos los cuadros paso por este momento de crisis en que prendería fuego a lo que tengo entre manos y arrancaría otro nuevo.

Sigo con el método de pintar "por zonas" que me gustó bastante en un retrato que hice de Marta, aunque en ese caso fui directamente al acabado final. En vez de trabajar todo el cuadro simultáneamente, se van rematando trocitos pequeños equivalentes al tiempo disponible, y a la homogeneidad del tono (es decir, pintar la misma zona oscura o clara, antes de pasar a la siguiente zona distinta en tono).

Mientras seca este desnudo, iré avanzando con otro óleo que será un retrato de C. ¡Hay que aprovechar estos escasos días de vacaciones!

Óleo sobre lienzo en tabla - 33x24cm.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Óleo - desnudo

Probablemente debería mostrar fotos de la habitación que estoy pintando, que avanza más rápido que el cuadro... Pocos avances, pero muy entretenidos de pintar. La zona de la cadera tiene una mezcla de colores cálidos y fríos muy interesante (y difícil) de mostrar. En la foto aparecen todos los colores demasiado saturados, aparte de brillantes por la luz para la fotografía y la cantidad de aceite de lino que tienen.
Hoy espero terminar el cuerpo y meterme con el fondo, del cual he pintado ya la sombra del cortinaje, que obviamente cambiará en la segunda capa a un color menos saturado.
En general en la segunda capa, que exige repintar todo entero, tenderé a desaturar todos los colores, esperando que esta primera capa que estoy pintando ahora se "vea" a través de la superior, aunque ésta será bastante más opaca y empastada.

Óleo sobre lienzo en tabla 33x24cm.

martes, 27 de diciembre de 2011

Óleo - desnudo


Tercer día de pintura (de pared y de la otra). Una vez acabada la base de acrílico empiezo con capas muy grasas de óleo (la parte del hombro). Una vez acabada esta primera capa empezaré a añadir nuevas capas con más materia.

Óleo sobre lienzo en tabla - 33x24 cm.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Óleo - Desnudo



Hoy he tenido una intensa jornada de pintura: de 7 a 9 de la mañana pintando este desnudo que os muestro aquí. Y a partir de ahí, dando dos capas de pintura plástica a una de las habitaciones de los niños. En fin, cuando pensaba que en Navidades podría dedicar tiempo a la pintura, no creí que lo que me iba a tocar era ésto.

En cualquier caso, estoy haciendo una serie de desnudos utilizando técnicas clásicas. En este desnudo, he pasado el boceto al lienzo mediante cuadrícula (ya en tiempos de los faraones se usaba este método), he repasado la figura central con tinta china, y he aplicado una "grisalla" o "verdaccio" de ocres. Grisalla, obviamente, responde a la base que se utiliza a base de tonos grises, sobre la cual se iban aplicando veladuras transparentes de color, dando un resultado final muy interesante. "Verdaccio" es muy similar, pero con tonos verdosos, técnica muy utilizada para retratos por el contraste que produce con el color de la piel.

En mi caso he aplicado una base en acrílico, que cuando comience a pintar con veladuras por encima tengo que ver qué tal resultado da. Espero que no se levante la pintura, o cosas raras...

Pongo las fotos en orden inverso para que podáis ir viendo su evolución según vaya añadiendo cosas los próximos días.

Óleo (de momento acrílico) sobre lienzo en tabla 33x24cm.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Lápiz - Cameron Hammond

Como se me está olvidando dibujar de tanta inactividad artística, un apunte rápido de Cameron Hammond...

Lápiz sobre papel A5

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Visto últimamente: Odd Nerdrum



Odd Nerdrum es un artista noruego muy conocido internacionalmente, tanto por su pintura como por los follones que arma cada vez que abre la boca o coge un bolígrafo para escribir.
Nacido en 1944 en Suecia, sus cuadros se cotizan desde 40.000 a 300.000$, y eso que él no se considera un artista. Su manifiesto "On kitsch" causó conmoción en las esferas artísticas al renegar abiertamente del arte y apostar por lo kitsch, aunque debe diferenciarse entre lo que comunmente consideramos como tal (podría definirse como "lo hortera") frente a lo que él entiende como tal.
 Y es que Nerdrum considera que el arte no nació en Grecia y Roma, sino en Alemania con la primera relación entre arte e intelecto descrita por el filósofo Kant (Odd es un gran conocedor de la filosofía). Así, hoy  su "kitsch" se ve más como una crítica al arte moderno que como el "kitsch" tradicional. De hecho su declaración "El modernismo me parece viejo y triste. He visto tanto de él que me tiene harto ya". Según él hay que acercarse a la pintura con pasión y espíritu, dejando de lado teorías pseudoartísticas a las que tan acostumbrados nos tienen los artistas modernos.









Odd comenzó sus estudios en la escuela de arte de Oslo, pero desencantado con el enfoque enseñado (muy centrado en la pintura moderna), dedicó todos sus esfuerzos a pintar como Rembrandt, adquiriendo pronto influencias de Caravaggio y otros clásicos. 



Cuando recientemente se le preguntó qué echaba en falta en el arte moderno contestó:


1.- La cara abierta que inspira confianza
2.- La piel sensual
3.- Dorados atardeceres y 
4.- El anhelo de eternidad.




Su vida ha sido digna de ser pintada también: no conoció a su auténtico padre hasta entrar en la cuarentena (se crió con el marido de su madre creyendo que era su padre natural), ha vivido en varios países, ha sufrido el ataque de los críticos por su visión del arte moderna como algo ya caduco, y últimamente vuelve a estar de actualidad al estar inmerso en un proceso judicial por evasión del fisco en Noruega. Y es que, como le dijo al delegado de Hacienda que le comunicaba su enjuiciamiento: "No soy muy bueno con los números. ¿Vd. sabe mucho de la trementina veneciana?¿no? Seguro que no, pero tampoco esperaba que lo supiera".

Parece que finalmente ha sido condenado a dos años de cárcel que nos privarán de verle pintar más cuadros (pinta de cinco a ocho anualmente), pues según la ley noruega no puede hacer ninguna actividad pecuniaria mientras está encarcelado. Eso que nos perdemos.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Acuarela - Ziegfeld girl

Las Zeigfeld Girls eran un grupo de baile de grandísimo éxito en los EEUU durante tres décadas: 1920, 30 y 40. Era un grupo escogido personalmente por Florenz Ziegfeld, su empresario, que tenía un gran ojo para la belleza femenina y el negocio al mismo tiempo.
Actuaron por todo el país en los mejores escenarios durante muchos años, y la rotación de las chicas era altísima, pues la que no se casaba con un millonario entraba en Hollywood con todos los honores. Sería un equivalente a las actuales "conejitas" Playboy, salvando las distancias, pues las Zeigfeld eran consumadas bailarinas.

De ellas queda un recuerdo imborrable pues han sido protagonistas de varias películas y documentales, y tienen a su favor que durante los 20 y 30 fueron fotografiados por uno de mis fotógrafos favoritos: Alfred Cheney Thompson. Si se me ofrece una foto de A.C. Thompson o 500 de Helmut Newton, escojo sin dudar la de Cheney (¡y eso que Newton me gusta mucho!).
Retrató a casi todas las componentes de la compañia, generalmente en escenarios decadentes, con una luz y un sentido de los tonos (todas son en blanco y negro) que creo que nadie ha superado aún.

En mayo de este año se cumplió el aniversario de la muerte de Doris Eaton Travis , la última superviviente de las Zeigfeld Girls que de por sí daría para una novela con su vida: entró con 13 años en el grupo (fue la más joven en toda su historia), estuvo varios años de tourneé con el equipo, pasó luego a Hollywood a protagonizar varias películas mudas durante los años 20. Con la entrada del cine sonoro se retiró a la enseñanza de la actuación, acabando por dirigir 20 academias. Se casó y se trasladó a un rancho, que pronto amplió, y del que acabaron saliendo grandes caballos de carreras. En 1992 (con 88 años) recibió su título cum laude de la universidad de Oklahoma, pues había retomado sus estudios (sólo tenía la educación básica, pero bien que la fue). En 1997 se reunió con las cuatro últimas supervivientes de las Ziegfeld para inaugurar un teatro en Amsterdam. Ella, con 93 años fue la única capaz aún de bailar.
Murió el 12 de mayo de 2010, con 106 años. Las luces de Broadway se apagaron en su honor esa noche.

Acuarela sobre papel Canson 24x15cm.

martes, 6 de diciembre de 2011

WIP - pastel - autorretrato

Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años...que decía Silvio. Pues eso, desde Septiembre el tiempo se me escapa sin remedio, y el escaso tiempo que dedico a la pintura se ha ido en crear texturas con acuarela y seguir intentando cogerle el truco a pintar con el dedo con tan acuoso medio.

Entre medias, este autorretrato "gigante" que lleva una temporada pegado en la pared esperando que continúe con él. Mide 1mt x 70 cm. y está al pastel...

lunes, 21 de noviembre de 2011

Nueva exposición de Luis Pérez


El artista vallisoletano junto a una de las obras en las que está trabajando en la actualidad. | J. M. LostauCuenta Luis Pérez (Valladolid, 1978) que la llegada a la gran urbe cambió su mirada de artista autodidacta. Los colores y la luz londinenses arrasaron los diques que contenían su caudal creativo, liberándolo, lanzándolo a las calles, cegándolo con sus anuncios de neón, sumergiéndolo en los sonidos de una sociedad multicultural, comprometiéndolo definitivamente con el oficio del creador.
Siete años después de iniciar aquella aventura a orillas del Tamesis, que se prolongó durante cuatro años, este licenciado en Historia del Arte por la UVA afronta su enésima exposición en el extranjero en el Kunst 11 Zürich International Contemporary Art Fair, que en su decimoséptima edición acoge a 80 galerías internacionales.
De la mano de la suiza Persterer Contemporary Fine Art, Luis Pérezmostrará Lower East Side/NYC, un acrílico sobre lienzo rematado sólo hace unos días después de más de un mes de trabajo.
en enero regresará a Londres para participar en la muestra Winter Show, de la galería Plus One, una de las que han puesto sus ojos sobre el vallisoletano, como la alemana Die Hamburger Galerie, la madrileñaSantiago Echeverría o la suiza antes citada.
"Con internet es más fácil llegar a los sitios, por lejos que estén, pero las galerías siguen siendo fundamentales a pesar de la crisis, porque la gente quiere palpar la obra", afirma el artista, volcado en unos mercados que no son los de su tierra. "En todos los lugares cierran salas, pero fuera hay más oportunidades", advierte.
(El Mundo)

domingo, 20 de noviembre de 2011

Tinta - chismorreos

Tras un montón de días sin coger un lápiz ni un pincel, ayer pude dedicar casi dos horas a este dibujo en tinta. No hay mucho que explicar, parafraseando a Eddie B.: "It is what it is, just what it is"...

Tinta sobre Canson A4

jueves, 10 de noviembre de 2011

Sobre el arte

Cuanto más se esfuerza el mundo exterior por fijar una imagen de quién eres, más difícil resulta seguir siendo un artista. Y por esa razón muchas veces los artistas tienen que decir: "Adiós, tengo que irme. Me estoy volviendo loco y tengo que salir de aquí." Y entonces se van a hibernar a algún otro sitio. A lo mejor después surgen levemente cambiados.

Steve Jobs (de "Biografía de Steve Jobs" por Walter Isaacson)

-- Desde Mi iPhone

sábado, 5 de noviembre de 2011

jueves, 3 de noviembre de 2011

Acuarela - pintando con los dedos

La semana pasada estuvimos bastante ocupados porque Manuela nos pegó un pequeño susto hospitalario que, afortunadamente, se quedó en nada. Pero apenas ha habido tiempo para nada, y mucho menos para pintar. Eso sí, aproveché las largas esperas para leer un par de libros: uno buenísimo sobre fotografía digital, y otro no tan bueno sobre pintura china, del que aún así saqué datos interesantes.

Los chinos han sido grandes pintores desde tiempos inmemoriales, basándose sobre todo en técnicas al agua como la acuarela, la tinta, etc... Su perspectiva es muy diferente de la occidental (se basa en superponer planos de lo que se quiere mostrar, por eso sus montañas siempre aparecen arriba del todo en la hoja, pues lo de abajo se supone que es lo que está más cerca del espectador), y apenas tratan las sombras. Es muy conocida la anécdota de un viajero occidental que regaló un retrato a un emperador chino, el cual al ver aquellas sombras a lo Rembrandt, le preguntó si el retratado estaba enfermo o le ocurría algo, pues no concebía una pintura de ese tipo, acostumbrado a las limpias acuarelas chinas.

En el libro se habla casi exclusivamente de la pintura sumi, con pinceles chinos cogidos en vertical, y otras técnicas bien conocidas. Sin embargo, un punto que me llamó la atención era que se usaba la pintura de acuarelas CON LOS DEDOS. "Ésto no lo he probado" me dije. Así que ayer cogí papel y pintura, y hala, a manchurrear.

El papel no debe ser muy absorbente, para que nos permita desplazar la acuarela por el mismo (mejor un Canson, aunque lo odio, que Fabriano o demás), y tampoco hay que echar demasiado pues se encharca todo y se vuelve ingobernable. Lo bonito es que deja unas texturas muy interesantes, unos colores muy limpios, y que, como es habitual en la acuarela, al final es ella la que hace lo que le da la gana.

Acuarela sobre Canson A3

domingo, 23 de octubre de 2011

Fotografía - puente romano de Simancas

Ayer celebrábamos el cumpleaños de mi madre Pitita, y nos juntamos todos los hermanos con mujeres, niños, y todo lo que les acompaña para comer en Boecillo. Cuando volvíamos a tomar algo en un merendero de Simancas, vimos esta vista desde el puente que cruza el río en dirección a Simancas: el río plano como una balsa reflejándolo todo, y al fondo sobre una ladera, el pueblo con su puente romano bajo él.
Un día bien aprovechado: tertulia con madre y hermanos, y una vista maravillosa.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Rotuladores - practicando un poco

El otro día leí un librito sobre técnicas de rotulador aplicadas al diseño. Así que raudo corrí a "robarles" a mis niños sus Stabilo para, junto a los Chroma que compré hace años a EEUU (carísimos) de color gris, ponerme a garabatear un poco. Usé los colores gris 50%, marrón oscuro, y ocre.

Os lo dejo, no por su valor artístico, sino por si os animáis a lanzaros con los rotus.

Rotulador sobre papel A3

viernes, 14 de octubre de 2011

Acuarela - paisaje

Un apunte rápido en la sesión del viernes pasado, antes de pintar a Mª. Ángeles.
La acuarela está llena de "coliflores", atentando contra todas las normas básicas de la acuarela, pero ¡siempre me han encantado!
Los colores están mucho más diluidos de lo que suelo hacer, así que voy a empezar a probar a pintar con tubos "frescos", en vez de llenar cartuchitos, que luego nunca hay forma de que el pincel coja mucha materia.

Acuarela sobre Canson A4

martes, 11 de octubre de 2011

Ilustrando a Emilio Salgari



 No sé si conocéis al grandísimo Emilio Salgari, uno de los escritores de novelas más conocidos en el mundo. Fue capaz de crear personajes que perduran hasta nuestros días, y de describir paisajes y aventuras en lugares exóticos ¡sin abandonar nunca su ciudad italiana!

Cuando yo tenía 8 años, los Reyes Magos me dejaron bajo el árbol dos pequeños libros suyos: "El desquite de Yáñez" y "El castillo de Clairmont". El segundo no lo abrí hasta mucho tiempo después, pues por alguna razón no quería leerlo no fuera que no cumpliera con el nivel tan altísimo que me dejó el primero. Y es que ¿cómo no quedarse toda la noche sin dormir leyendo un libro en el que hay pasajes secretos, árboles gigantes ahuecados, persecuciones por la jungla, tiroteos desde altas torres? Con ellos nació mi amor por la lectura. Ambos libros acabaron tan sobados que se desencuadernaron y fueron perdiendo las páginas hasta que hubo que tirarlos, así que he comprado online las mismas versiones que tuve en su día. Un verdadero placer releer una vez más (¿la vez ciento veinte?) estos libros. Y comprobar que las ilustraciones de Luis Vigil siguen siendo tan fantásticas como las recordaba.

"El desquite de Yáñez" pertenece a la saga de "Los tigres de Mompracem", donde Sandokán y sus piratas de la Malasia viven innumerables aventuras junto a otros grandes personajes: Yáñez el portugués, Kammamuri, la Rhani (mujer de Yáñez), la Perla de Labuán (el amor de Sandokán), Timul el Rastreador, el Rajaputra. Siempre todos ellos contra Shandia, el Rajá loco y alcoholizado...

Supongo que ahora ni se habla de estos libros en los colegios, no sea que los niños se traumaticen o sea políticamente incorrecto, pues en ellos muere un montón de gente (a veces de formas espantosas), se matan un montón de animales: cocodrilos, elefantes, caballos a cientos, pájaros, y todo lo que se mueve. Entonces no importaba que en la descripción de una batalla se contara que la gente muere, o que si te atrapan prisionero, tienes altas probabilidades de que te den matarile sin preguntarte si te traumatiza. O que se usaran los caballos para provocar una estampida y así proteger una trinchera, metiéndoles ceniza ardiendo en los oídos. Hoy en día los anti-caballunos se pondrían hechos unas fieras.

Bueno, pues tras releer "El desquite de Yáñez" me han entrado ganas de ilustrar uno de los pasajes más interesantes de la novela: la lucha en una vieja torre mongola erigida en mitad de la jungla, donde se han refugiado Kammamuri (el personaje principal), su guardaespaldas Rajaputra, Timul el Rastreador, y un gurú de una pagoda que han encontrado en el transcurso de la aventura que están viviendo. En esa torre se entabla un tiroteo en el cual los héroes acaban con unos cuantos bandidos que los están asediando. Me hace gracia que los "buenos" hacen uso de malicias que la Convención de Ginebra no admitiría: Kammamuri mata al capitán de los bandidos cuando se acerca a parlamentar bajo la promesa de un saco de arroz.

Así que llevo unos días dibujando a los personajes según yo los "veo" en mi imaginación según leía el libro, y es curioso: no creo imágenes definidas de los personajes de los libros que leo. Son imágenes difusas, casi iconos, pero muy claros en mi mente. Así que trasladarlos al papel es casi imposible, por lo que acudo a una mezcla de la descripción de Salgari y mi propia mente.

Están hechos con lápiz, y algunos coloreados con ceras plásticas de las de los niños (Plastidecor o Jovi), que dan unos tonos muy chulos de vez en cuando... Siento la distorsión en perspectiva de las fotos, pero aún están clavados los dibujos al tablero. Según avance con la ilustración definitiva iré poniendo más imágenes.

Lápiz y crayons (ceras plásticas) sobre papel A3.

lunes, 10 de octubre de 2011

Técnica mixta - Gonzalo H.

Uno de los encargos que recibí después de la exposición (a commision que dicen los angloparlantes): un retrato basado en la técnica que usé para los retratos de mi familia, y que realicé con una fecha de entrega bastante apretada. Parece que ha gustado mucho, lo cual me afianza en que ya he cogido cierto tino al retrato...

Siento no tener mejor foto (está distorsionada por arriba, y los blancos muy saturados), pero fue la que saqué con el móvil justo antes de ver al cuadro irse para siempre de mi lado...

Técnica mixta sobre papel Cardesín (70x60cm)

domingo, 9 de octubre de 2011

Cómo dibujar un búho

Siento no saber de quién es ésto que circula por internet, pero me encanta y por eso lo muestro. Hace un gran humor de los clásicos libros de dibujo:

1.- Draw some circles (dibuja algunos círculos)
2.- Draw the rest of the ****ing owl (dibuja el resto del p*to búho).

sábado, 8 de octubre de 2011

Dibujo automático


Hace tiempo compré un libro de Steven Aimone ("Expresive Drawing") que leí en su momento y aparqué después, pues no me pareció nada del otro mundo. He vuelto a darle otra oportunidad, y lo estoy leyendo con otra visión. Ya se sabe que los libros, como las películas y el arte, depende mucho también del momento en que se leen/ven/observan.

He aprovechado para hacer con el alba de cada día (los baños de Manuela y el cansancio general no me dejan otro momento) los ejercicios que va proponiendo el libro, y lo cierto es que me estoy divirtiendo mucho.

Los primeros ejercicios son muy básicos: dejarse llevar y pintar lo que la mano quiera (de ahí lo de "automatic drawing") sin prestar mucha antención. Se pueden cerrar los ojos incluso, o pintar con la mano opuesta a la habitual. Bien, estos ejercicios son bastante simples y no dan mucho juego.

Pero a partir del segundo capítulo la cosa se anima, y entra la diversión: incluir escritura, figuras comunes a tu universo, etc... (similar a lo que Basquiat hacía). Y ahí si que empiezas a divertirte de verdad. De hecho, en el primero de los dibujos que os muestro (70x50cm), he empleado mucho tiempo pintando, cubriendo, volviendo a pintar, recubriendo de nuevo...y parece que lo primero que escribiste o pintaste al fondo no sirve de nada, pero tú SABES QUE ESTÁ AHÍ. Y da una sensación reconfortante, no sé por qué...


Técnica mixta sobre papel Cardesín y políester.

martes, 4 de octubre de 2011

Acuarela diaria - Paul Gauguin

Antes de comentar la historia de Paul Gauguin, un pequeño apunte sobre la acuarela: en las sombras he experimentado con dos colores: siena natural y azul prusia. Casi siempre los había usado muy aguados, dando lugar a una especie de verde muy interesante. Al ponerlos hoy casi empastados, han dado lugar a un negro muy, muy bonito (véase el bigote, etc... del amigo Gauguin). Habrá que seguir experimentando...

En la última entrada hablaba de un cuadro de Paul Gauguin, quizás el habitante más famoso de las islas que tanto frecuentaron los expedicionarios de los que hablaba recientemente James Cook y La Perouse.

Paul Gauguin es famoso por dos cosas: por sus cuadros de hatitianas, y por haber sido compañero de Van Gogh durante una corta temporada, que acabó como el Rosario de la Aurora.

Gauguin nació en París en 1848 aunque muy pequeñito se trasladó a Perú donde vivió seis años, pues su madre tenía familia en Lima. Siempre recordaba con nostalgia esos años, y hablaba de visitar España, cuna de sus antepasados.

Inicialmente no tuvo gran interés en la pintura: se dedicó a trabajar como marino mercante y de guerra, recorriendo gran parte del globo, y posteriormente como buen burgués trabajó de agente de bolsa en París, casándose y teniendo cinco hijos. Es entonces, ya entrado en la treintena cuando se aficiona a la pintura, primero como coleccionista y luego como pintor. De hecho, pasa a estar tan obsesionado por la pintura que abandona todas las comodidades, familia y trabajo, para dedicarse en exclusiva a ella.

En 1886, pobre como una rata, se marcha al pueblo Pont Aven, donde se encuentra con una comunidad bastante grande de artistas, entre los que se encuentran Van Gogh, y Emile Bemard que será su gran amistad en la pintura. Intenta pintar "como los niños" como hacía entonces Rousseau con su naïf, pero de una forma más realista. En 1887 se marcha a Panamá con Laval a trabajar en la construcción del Canal de Panamá, donde enferma gravemente. Recala en la Martinica, donde empieza a pintar en el que será su estilo más reconocido llamado sintetismo (el pintor busca plasmar lo que guarda su memoria de un hecho real, pasado por el filtro de su personalidad y eliminando los detalles superfluos), neoimpresionista y de gran impacto en los fauvistas y los Nabis.

Vuelve a París ese mismo año, donde conoce a Theo Van Gogh y a su hermano Vincent. Theo hace de marchante de Gauguin, dándole cierto respiro económico, y Vincent propone que pasen juntos las Navidades en su casa de Arles para crear juntos. La convivencia es difícil (Van Gogh tenía problemas psíquicos, pero Gauguin debía ser un puñetero de mucho cuidado, criticando continuamente la obra de Vicent y su personalidad). Tras dos meses de continuas discusiones, personales y artísticas, tienen una pelea en el curso de la cual Van Gogh echa mano de una navaja de afeitar y acaba rebanándose el lóbulo de la oreja (no TODA la oreja, como mucha gente cree). La pelea tenía un origen más mundano: los dos estaban enamorados de la misma prostituta, por lo que la pintura no tuvo nada que ver. En 2009 surgió una nueva tesis: fue el propio Gauguin el que le cortó un trozo de oreja con su sable a Van Gogh, variando luego ambos la versión de lo ocurrido para no meterse en líos.

Gauguin escapa a París después de este episodio, pero se encuentra sin un euro en el bolsillo. Participa en una exposición "Impresionista y Sintetista" que es un gran fracaso. No vende ni un cuadro de todo lo que pinta, así que monta una subasta con los cuadros que le quedan para poder pagar un pasaje a Tahití. No se vende mal, e incluso Degás compra una de sus obras.

Se embarca así en 1891 hacia Tahití, paraíso terrenal ya colonizado por los franceses, que han extendido sus enfermedades y prostituido la bonhomía de sus habitantes. Gauguin hace que salga a recibirlo el embajador francés en Papetee como si en vez de un hombre arruinado y enfermo fuera un enviado del Gobierno Francés (ya digo que era un poco puñetero), y tras una primera época en la que actúa como un colono más (llega a decir: "estos tahitianos son mansos hasta la necedad") poco a poco el espíritu nativo cala en él.

Se deja querer por las cariñosas polinesias ("cada noche encuentro una muchacha diferente en mi cama, como poseídas por el demonio") y se echa una novia de 14 años (Annah) que lo acompañará a París en su siguiente vuelta a la metrópoli. Dedica todo su tiempo a pintar y a tratar de rescatar parte del legado cultural polinesio: hace una serie de esculturas en madera de los dioses tahitianos, de las que pocas sobrevivirán al pintor. Pero su vida no es ningún paraíso: además de la sífilis que le pegaron las amables indígenas, sufre una enfermedad en los ojos, además de diarreas y vómitos de sangre. Escribe al Gobierno Francés pidiendo su repatriación, que le es concedida.

Vuelve así a París en 1892, y la fortuna parece sonreírle: una exposición en Copenhague es un éxito, recibe una herencia de su tío Isidoro que le permite una vida desahogada, y su salud empieza a mejorar gracias a los hospitales parisinos. Sin embargo, tras dos años de recuperación, vuelve a dirigirse a la Polinesia, con un tobillo roto tras una pelea con marineros bretones (a sus años...) y habiendo pintado algunos cuadros con motivos tahitianos en su estudio parisiense.

En vez de quedarse en Papetee, se dirige a un pequeño pueblo del interior, donde sigue pintando. La buena racha se pasa: a su sífilis se une un alcoholismo galopante, y la bancarrota total. Incluso se permite rechazar una subvención francesa por considerarlo "una limosna" (lo que hablaba el otro día del artista y lo invendible). Además, las chicas polinesias ya no le dedican sus favores, pues es un hombre irascible y enfermo. Ésta última parece la razón de su migración a las Islas Marquesas en 1901: recuperar el favor de las chicas bonitas yendo a territorios nuevos. Los seguidores de Gauguin hablan de su "búsqueda de nueva inspiración" en los paisajes de las Marquesas.

Sea cual fuere la razón, Paul empieza a tener ganas de volver a su Europa natal: su salud se ha deteriorado tremendamente, casi no tiene fuerzas para pintar, una de sus hijas "europeas" ha muerto (ha tenido otra con Pau'ura, una joven de la isla), y se siente solo en esa tierra. Por si fuera poco, contrae la lepra (parece que el hombre atraía las enfermedades) e intenta suicidarse. Nunca volverá, pues el 8 de mayo de 1903 muere en Atuona con 55 años.

Gauguin dijo algo que reformularía después Picasso: "El arte es un plagio o una revolución".

Acuarela sobre Fabriano 12x18,5cm.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Acuarela diaria - Mujeres tahitianas en la playa (Gauguin)

Estos días he estado hablando de los dos principales descubridores de atolones e islas del Pacífico (me dejo en el tintero a un montón de franceses, españoles, portugueses y holandeses), y como Tahití era puerto de obligado refugio en sus viajes.

Y es que Tahití tenía todo lo necesario para reabastecer los navíos que en ella recalaban, y dar un merecido descanso a sus tripulaciones: abundante agua, comida de todo tipo (animales y frutas) y...mujeres.

Las mujeres tahitianas tenían entonces fama por su exotismo y por ser muy cariñosas, y es que no es que existiera el amor libre como tal, pero las normas sociales hacían que la promiscuidad no fuera mal considerada. Si añadimos que el clima hacía que se desarrollaran antes que en Europa, no es extraño que se recibiera en cada barco con vítores la noticia de que se enfilaba hacia estas islas.

Uno de los que se instaló en ellas, viviendo unos años muy felices, fue el pintor Paul Gauguin. En ellas hizo su producción más famosa, retratando a las lugareñas y la vida en Tahití, incluyendo la luz y el colorido local de una forma que nadie había hecho jamás.

Este cuadro lo hizo en el primero de sus viajes, y retrata a dos jóvenes isleñas, una con el traje tradicional y otra con una camisola misionera. Posteriormente hizo otras versiones del mismo (cambiando la camisola por pareos, etc...), pero siempre dentro del mismo estilo "cloisonismo" (bordeando de negro el dibujo) de vivos colores. Las figuras aparecen gruesas, no se sabe si como licencia estética o porque realmente eran así las retratadas, y utiliza una perspectiva muy forzada, casi "naif" para reflejar ambas figuras.

Obviamente, es complicado en acuarela pintar los colores de un cuadro de este tipo, peroooooo...había que rendir homenaje a las tahitianas ;-)

Acuarela sobre Fabriano 12x18,5cm.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Acuarela diaria - James Cook

Ayer hablábamos de La Perouse, y como su expedición estuvo desde el inicio conidicionada por la que años antes había realizado otro gran explorador a quien el francés admiraba: el capitán James Cook.

Cook nació en 1728 en North Yorkshire, en una familia pobre de ascendencia escocesa. Aprendió los rudimentos de la navegación en los barcos que transportaban carbón al Mar del Norte. Pronto se alistó en la Navy como simple marinero, participando en la Guerra de los Siete Años (como La Perouse) y especialmente se distinguió en la toma de Quebec (Canadá) a los franceses.

Posteriormente la Sociedad y la Navy le pusieron al mando de una expedición astronómica cuyo objetivo era ver el paso de Venus delante del sol desde Tahití. Ello permitiría una medición exacta de la distancia de la Tierra al Sol.

Partió con su nave, el Endeavour (del cual tomó el nombre el transbordador espacial), desde Inglaterra, recalando en Río de Janeiro y posteriormente en Tahití. Se hizo la medición prevista (que posteriormente se descubrió que era prácticamente inservible, no por culpa de la medición, sino por la poca fiabilidad de la instrumentación), y una vez cubierto el objetivo se lanzó a por el "objetivo secundario": reclamar para la Corona inglesa todos los territorios posibles.

Así, pronto Nueva Holanda pasó a ser Australia y miembro de la Commonwealth (había sido descubierta por los portugueses y cartografiada por españoles, pero no le importó mucho), Nueva Zelanda (descubierta por los holandeses), Tasmania y varios atolones del Pacífico.

A su vuelta a Inglaterra fue colmado de honores, y pronto estaba preparando su segunda expedición, destinada a ver si más al sur de Australia podía encontrarse tierra habitable. Llegó a unas 75 millas de la Antártida antes de dar media vuelta y dirigirse a Nueva Zelanda, con la conclusión de que no había nada que ver aparte de bloques de hielo, más al sur de Australia. A su vuelta al Reino Unido de nuevo se le rindieron toda clase de honores, pasando a ser Miembro de la Real Sociedad, la más alta distinción para un científico-explorador-cartógrafo.

Pero Cook no podía estarse en tierra firme mucho tiempo. Lanzó una nueva expedición en busca del pasaje del noroeste, un mito según el cual podía pasarse de Europa a Asia a través del norte de América. Partió en 1776, circunvaló África y la India, atravesó el Estrecho de Cook (Nueva Zelanda) y desde allí navegó por toda la costa americana hasta el Estrecho de Bering, donde fue detenido por el hielo. Viendo la imposibilidad de continuar se dirigió de nuevo al Pacífico.

En este último viaje tuvo serios problemas con su tripulación. Tradicionalmente el capitán de navío de la época era poco dado a condescendencias con su tripulación, y el látigo y los castigos estaban a la orden del día. Cook era un carácter fuerte que sabía imponer sus decisiones: hizo que sus hombres comieran choucrout y cítricos en cantidad para prevenir el escorbuto, muy habitual en la época en los barcos debido a la falta de vitaminas de las verduras y frutas frescas. Sin embargo esta medida no fue bien recibida por la tripulación, a pesar de que no hubo un solo caso de escorbuto en ninguno de sus viajes. En el último viaje James Cook sufrió alguna clase de enfermedad que le alteró, haciendo más inhumano el trato a sus hombres y tomando algunas decisiones equivocadas. La última de ellas le llevó a la muerte.

El 14 de Febrero de 1779, habiendo recalado en Hawaii, unos indígenas robaron un esquife de Cook. Entre los tahitianos el robo era el pan nuestro de cada día, y no se consideraba algo inmoral. Sin embargo, los británicos no pensaban igual, y generalmente se capturaba algún prisionero hasta que lo robado aparecía. Cook se dispuso a capturar al rey de la isla (se le oyó decir: "Siento que estos indígenas me van a obligar a hacer algo violento. No podemos permitir que piensen que quedan por encima de nosotros"), lo cual sentó bastante mal a su pueblo. Del "huy lo que me ha llamado" se pasó al "eso no me lo dices tú en la calle", y pronto estaban los ingleses pegando mosquetazos a diestro y siniestro, y todos los indígenas lanza y cuchillo en mano. Cook cayó acuchillado y parece que se practicó algún tipo de canibalismo con él. Posteriormente su tripulación pudo rescatar el cuerpo, separando la carne de sus huesos como era tradición, para que éstos fueran sepultados en el mar (la carne se quemaba, por si algún morboso tiene interés).

El capitán James Cook fue uno de los grandes descubridores de la historia, y gran parte de los grupos de islas del Pacífico fueron descubiertos y cartografiados por sus expediciones. Amplió enormemente el conocimiento que se tenía de la zona, y allanó el camino para futuras expediciones y asentamientos.

Acuarela sobre Fabricio 12x18,5

martes, 27 de septiembre de 2011

Acuarela diaria - La Perouse

En una entrada anterior os hablaba de cómo las hormigas acudían a comerse mi acrílico al igual que le había sucedido 300 años antes al ilustrador de La Perouse, célebre descubridor y cartógrafo francés. Este hombre, equivalente a los fotógrafos del National Geographic actuales, se quejaba amargamente de que las moscas acudían a comerse el gouache y no le dejaban trabajar. ¡Y es que el gouache es tan rico, con ese sabor dulzón y ese olor maravilloso!

Jean FranÇois de la Pérouse nació en 1741 en Albi (Francia), y como era tradición en aquella época entró desde muy jovencito como guardamarina  en un navío de guerra, participando desde ese momento en algunas escaramuzas con naves inglesas (nos encontramos en pleno apogeo de la guerra de los Siete Años). A los 18 años es hecho prisionero por los británicos del famoso Hawke en la batalla de los Cardenales en Quiberon (Bretaña francesa).

Tras ser liberado participa en distintas acciones guerreras ascendiendo gradualmente en la jerarquía naval. Pronto tendrá el mando de su propio velero tras distintas batallas en la Guerra de Independencia americana, pues Luis XVI se fija en ese oficial que es gran navegante y valiente guerrero a la vez.

Por ello, poco tarda el monarca en dejarse convencer por su ministro de marina, el mariscal Castries, para dejarle liderar una expedición destinada a entrar en la historia de la navegación. Con objetivos muy ambiciosos, tanto políticos, como científicos, pues debía "descubrir todas las tierras que escaparon al capitán Cook". Esta expedición, formada por las naves L'Astrolabe (el Astrolabio) y La Bussoule (la Brújula) debía partir en 1785 y durar cuatro años, y dando la vuelta al globo partiendo de Brest, identificar y tomar posesión para Francia de cuanto territorio hallasen.

Los ingleses dieron vía libre a la expedición, a pesar de encontrarse aún en guerra con Francia, pues La Perouse era respetado también entre los británicos por sus actos de humanidad durante la Guerra de Independencia Americana, respetando las posesiones de los ingleses huidos. Incluso se le regalaron dos brújulas utilizadas ocho años antes por Cook, a las que La Perouse veneraba.

La leyenda dice que había más voluntarios que puestos libres en la expedición, por lo que el ingreso fue filtrado rigurosamente, siendo uno de los eliminados un joven oficial de artillería llamado Napoleón Bonaparte. No he podido contrastarlo debidamente...

Una vez zarpado de Brest y pasado el Cabo de Hornos, se bordeó todo el continente americano, navegó por Japón y todo el Pacífico, sucediendo diversas desgacias: las olas volcaron varios botes en Alaska ahogando a varios marineros, los indígenas de las islas Tuitula (Samoa) atacaron a los que desembarcaban acabando con una docena de oficiales y tripulación... hasta que ocurrió la gran desgracia (que acabó de inscribir su nombre en la historia).

El 10 de marzo de 1789 zarparon de Australia, informando de su regreso a Francia en junio. Nunca regresaron. El misterio duró varios años, pues la Revolución Francesa impidió enviar expediciones de rescate, y no aparecían restos de naufragios. Seis años después se enviaron buques a saber qué era de las naves francesas, y avistaron diversas señales de humo en la isla de Vanikoro (Salomón), pero no pudieron desembarcar. Posteriormente, en 1826, un navío irlandés encontró en Tikopia (islas Santa Cruz) objetos que parecían pertenecer a la expedición, incluyendo una funda de daga con las iniciales de La Perouse. Habían sido intercambiadas con los indígenas de Vanikoro.

Estos indígenas contaron que años atrás un barco había encallado en los arrecifes, y que su compañero había sufrido igual suerte al acudir en su auxilio. El primero (La Bussoule) se hundió con su tripulación, pero el segundo había permitido rescatar distintos materiales para hacer una balsa en la que se hicieron a la mar sus tripulantes, excepto un "jefe" y su criado que se quedaron en la isla Vanikoro. De ninguno de ellos se supo nada jamás. Sin embargo, en la isla continuaron los hallazgos de objetos del Astrolabe, y finalmente en 2005 se identificó y autentificó formalmente el pecio del Astrolabio en la isla Vanikoro, dando fin así al enigma de uno de los grandes descubridores de la era dorada de la navegación.


Acuarela sobre Fabricio 12x18,5

lunes, 26 de septiembre de 2011

Cierre de la exposición

Ayer fue el último día en que estuvo abierta mi exposición (y todavía a última hora hubo quien se acercó a verla), y no puedo estar más contento. A todos los niveles.





En lo personal, por la cantidad de gente que ha acudido a ver mi humilde exhibición (en su día, cuando Eduardo Alvarado me preguntaba por qué me había lanzado a pintar, yo le comentaba que uno de mis objetivos vitales era que al menos una vez en mi vida, alguien se acercara sin que yo se lo pidiera a ver un cuadro mío colgado; bueno, pues el objetivo se ha cumplido mucho más de lo que nunca hubiera soñado).

En lo artístico, porque por delante han pasado un montón de artistas de los que realmente saben. Isabel, CarlosSantiago, Clemente, Juan, Luis, Conchy, César, Mª Ángeles, Pedro, Cristina, y muchos más... artistas que en muchos de los casos viven de la pintura, y en otros, dedican gran parte de su tiempo a ella. Y además entre todos me han animado mucho, y los que tienen más confianza me han dicho lo que les gustaba y aquello mejorable, algo que siempre se busca también mostrando tu obra.

En lo comercial, porque han surgido unos cuantos encargos remunerados, que con la que está cayendo siempre vienen bien, aunque no era el objetivo de la exposición. Así, otro objetivo vital: que algún día alguien pague por tener una obra mía colgada en su pared, que ya había cubierto el año pasado se reafirma. Si a eso añadimos que gente involucrada en galerías y demás se ha interesado también por lo que ha visto ¿qué más puedo pedir?

Ahora ya a pensar en la próxima (o próximas), pues hay varias buenas ideas circulando, y alguna puede ser un bombazo. Ya iré contando ;-)

Bueno, también a descansar una temporada, a recuperar el contacto con todos los blogs en los que suelo comentar pues no he tenido tiempo estas últimas semanas de entrar en ninguno, a volver a pintar diariamente, a actualizar mi blog con regularidad, a adelgazar un poco tras tanta vida social, y sobre todo, a pensar hacia dónde me dirijo. ¿Qué quiero hacer realmente?¿Dónde quiero posicionarme en el esquema que publiqué el otro día?¿Qué más quiero aprender?

Muchas gracias a todos los que habéis tenido a bien acercaros a mi humilde exposición (como Carlos, gran fotógrafo, que se fotografió frente a un óleo), y a los que habéis llamado interesándoos por la misma; os dejo con unas fotos y un video para los que no la habéis visto.

lunes, 12 de septiembre de 2011

De lo ideal para vivir de la pintura...

El otro día mantuve una interesante conversación con otro dibujante, sobre los distintos tipos de pintores, exposiciones y amateurismos. Como conclusión, pinté este gráfico en una servilleta para ilustrar lo que quería decir:

Antiguamente los pintores trabajaban bajo pedido, y era extraño aquel que pintaba frecuentemente para su propio placer. También existían los que pintaban lo que les apetecía, e intentaban venderlo luego (caso de los flamencos, por ejemplo). Además, todo pintor reconocido tenía su taller en el que albergaba a aprendices o a pintores menos diestros que el "titular", ofreciendo trabajo aunque no reconocimiento. De esta forma, los pintores rara vez pintaban los temas que les podían interesar, y se volvían especialistas en aquello que se les daba bien y tenía mercado (Claudio de Lorena y sus paisajes, los pintores de corte, etc...).

En nuestros días el tema está más complicado (y eso que no me meto a tratar la globalización). El número de artistas se ha incrementado mucho (movidos en gran medida por las cifras que manejan los que llegan a algo, y por lo poco exigente de los actuales programas de Bellas Artes), y los talleres ya no existen. Los encargos se encuadran casi exclusivamente en el ámbito institucional (proyectos subvencionados, obra para instituciones, etc...), y en el sector privado la práctica más común del pedido es el retrato, y aún así tampoco da para vivir a todos los pintores. Así, casi todos los artistas que quieren vivir de su pintura recurren a exposiciones en salas privadas que realizan una labor comercial con sus cuadros. De este modo, el pintor se despreocupa de la venta, y el intermediario coloca sus cuadros a cambio de una comisión.

Pero este modelo tiene la misma dificultad que el usado por los antiguos artistas: no basta con pintar bien, hay que hacer lo que el mercado demanda; máxime cuando tu intermediario (la sala de exposiciones) necesita facilidades para colocar tu obra. Así, si a ti te encanta pintar ratones muertos y no hay nadie a quien le guste ver un cuadro de ratones muertos, los galeristas te irán abandonando. Ésto no tiene mayor importancia si no pretendes vivir de tu arte ("lo invendible" en el gráfico: hago lo que me gusta y que se me da bien, pero a nadie más le interesa). Y hoy en día que se lleva el "Artista" con mayúsculas, no dispuesto a alterar ni una coma su discurso porque su interior atormentado es lo más, aparecen multitud de estos casos.

Hay también quienes están trabajando en temas que no son sus favoritos, pero venden todo lo vendible ("lo comercial"). Me viene a la cabeza Kinkade en el mundo de la pintura, y muchos músicos de radio fórmula. Han escogido vivir de lo que les gusta, aunque no se sientan del todo realizados pues no tocan los temas que les apetecería, o con la calidad que ellos saben que podrían alcanzar. Sin embargo, pueden dedicar tiempo a lo que les interesa una vez acaban su dedicación diaria a los temas que les dan de comer, con la tranquilidad de tener las facturas pagadas.

También están quienes dedican mucho tiempo y esfuerzo a su arte, en temas que además son del agrado del público. Pero lamentablemente no tienen la técnica suficiente para pasar al siguiente nivel o vender sus obras, por lo que se quedan en "lo amateur".

Por último, la intersección de lo que se sabe, lo que se ansía, y lo que el  mercado quiere sería lo ideal: es el caso de un Antonio López, por ejemplo. A lo que todos aspiramos y suspiramos, "puros", "comerciales" y "amateurs". Inalcanzable en la mayoría de los casos.

Es curiososo porque además cada miembro de una de estas clases mira a los demás de reojo: "ése es un vendido" dice el artista "puro" que no consigue vivir de su pintura, de otro colega que lo vende todo pero no hace lo que realmente le apetece; "ése es un aficionado" dicen los que saben del que no, pero que es completamente feliz con su arte; "ése va de purista pero no vende un cuadro" dicen del que no es capaz de cambiar una pincelada de su obra, a pesar de que así podría venderla...

En fin, lo pongo como curiosidad porque a nosotros nos sirvió para reírnos un rato (estuvimos colocándonos cada uno donde nos veíamos en estos diagramas de Venn), y espero que no me haya salido un post demasiado filosófico, pues tan sólo es un divertimento.

Mañana os cuento que tal la inauguración de mi exposición...

martes, 6 de septiembre de 2011

Exposición - no me lo puedo creer...

Permitidme que haga un poco de ejercicio de alimentación de mi ego artístico, porque aún no me lo creo:

¡Alex Kanevsky ha entrado en el evento creado para mi exposición en Facebook, a desear suerte! Ya sé que hacer una entrada en el blog sólo para alardear es una bobada, pero como para mí significa muchísimo que uno de los artistas a los que más admiro dedique aunque sea un segundo de su tiempo a escribir ese mensajito, me deja completamente feliz. Me ocurre igual que cuando Jeffrey C. Jones comentó con una escueta frase un dibujo de Juankar Cardesín: "Bonita cabeza"; me pareció el reconocimiento más grande que se podía hacer al bueno de Juankar. Máxime cuando encima es la única vez que he leído a J.C. Jones alabar algún trabajo sin ser entrevistas.

Para los que no lo conozcáis, Alex Kanevsky es uno de los pintores más conocidos actualmente en EEUU y fuera de sus fronteras. Es de origen lituano, y tiene un estilo muy característico basado en el "desenfoque" de los motivos del cuadro.

Kanevsky siempre me ha encantado porque su técnica se acerca mucho a como me aproximo yo a cada cuadro (obviamente el resultado final de mi proceso está a siglos de distancia del suyo): no hace apenas mediciones, simplemente va a ojo porque cada "error" añade algo al resultado final, siempre hay que experimentar algo nuevo en cada cuadro (yo ésto lo llevo a rajatabla), etc... Si podéis entrar en su página veréis el porqué de su consideración de joven maestro, el porqué de la cotización de sus obras, y por qué es uno de mis ídolos.

Visto últimamente - Lorenzo Mónaco

Siento no actualizar últimamente, pero ando bastante liado con el tema de la exposición, y apenas he podido pintar ni apenas leer nada relacionado con arte. Sin embargo, si he podido echar un vistazo a la obra de un pintor del que no conocía nada, y que me asombra por su dominio del dibujo: Lorenzo Mónaco.
Lorenzo Mónaco nació como Piero di Giovanni (también se le conoció como "Lorenzo, el monje") y cambió su nombre al entrar en la orden de los camaldulenses, como es tradición. Había nacido en Siena (hay dudas sobre este punto) en 1370, y pronto entró a trabajar en el taller del pintor Agnolo Gaddi. Sin embargo, al incorporarse a la vida monacal, orientó sus trabajos a las miniaturas y la iluminación de manuscritos, una de las principales aportaciones de la Iglesia a la cultura mundial pues permitió la supervivencia de gran cantidad de libros que se hubieran perdido de otro modo.
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Tuvo su propio taller de pintura en tela, e incluso de fresco, fuera del monasterio, y a partir de 1404 se incorpora a la nueva corriente gótica (de Gótico, no de que se pintara la cara de blanco con lágrimas negras y fuera vestido como un vampiro suspirando por las esquinas), dando mayor naturalidad a sus obras, fuertes colores, y siempre temática religiosa.

Tiene una obra muy prolífica, y se conservan la mayoría de sus cuadros y frescos, casi todos en museos de primer orden hoy en día.
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Lorenzo es un maestro del dibujo: sus rostros tienen una naturalidad inusual para la época, y su tratamiento de los ropajes es, sencillamente, increíble.

Cuando murió en 1425 (algunos dicen que 1430) dejó sin terminar un Descendimento, que fue posteriormente rematado por Fra Angélico. De hecho, Lorenzo fue una gran influencia para este último.

¿Qué me ha impresionado de Lorenzo de Mónaco? Especialmente el primer cuadro que acompaña a este texto: esa fusión de la escena que está contando (la Resurrección) con todos los pasajes que han llevado hasta ese punto, me parece un ejercicio increíble de síntesis. Podemos ver el corte de oreja que hizo San Pedro la noche que se llevaron a Jesús, el pago a Judas de 30 denarios, las manos de Poncio Pilatos en el momento de desentenderse del cautivo, el beso de Judas, la lanza de Longinos, la vara con la que el escriba golpeó a Jesucristo. Y luego otros elementos que no logro ubicar: ¿el sorteo de la túnica de Jesús a la pajita más corta (creo recordar que fue a los dados)?¿qué es ese cisne herido en la parte superior - fantásticamente pintado?