Mientras seca la mancha del desnudo que estoy haciendo, arranco un retrato que llevaba mucho tiempo queriendo hacer, porque C. tiene un perfil fantástico para pintarlo.
Así que armado de cámara y lápiz me planto en su casa para tener las referencias con que arrancar el cuadro.
Va a ser un formato un poco más grande que el desnudo que mostraba estos días (éste será 41x33cm.), y quiero utilizar grisalla como base para pasar directamente a la fase final, a ver qué tal queda. Probablemente lo haga a base de veladuras, suponiendo que
a) Tenga suficiente tiempo (muy difícil)
b) Tenga suficiente paciencia (casi imposible).
Estoy utilizando tres referencias: una foto a color, una foto a blanco y negro (para ver los tonos - los "values" que llaman los guiris), y un apunte que hice en vivo para ver algunos detalles de la cara, y sobre el que anoté algunas observaciones sobre colores (tono de la piel, etc...), pues no se puede uno fiar de la foto en color. En realidad las fotos no pueden ser copiadas tal cual pues no tienen toda la información necesaria, y en cambio tiene exceso de información en aquellos pasajes en que menos te interesa tenerla.
Trazo de nuevo cuadrícula para pasar el boceto al lienzo, y hago los primeros trazos a lápiz. Marco aquellas sombras más pronunciadas para tener un mapa de tonos para la siguiente capa. Una vez medio contento con el lápiz (no estoy demasiado convencido, lo que es un error pues no debería pasar a la siguiente fase sin estar TOTALMENTE convencido - pero en este caso me animan a que continúe) repaso con un pincel de tinta indeleble los principales rasgos del lápiz. Lo de tinta indeleble es en teoría, pues en cuanto aplico acrílico, éste se ensucia con la tinta del pincel.
Seguiremos avanzando con la mancha en acrílicos ocres y blancos.
(Será) óleo sobre lienzo en tabla 33x41cm.
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