miércoles, 28 de septiembre de 2011

Acuarela diaria - James Cook

Ayer hablábamos de La Perouse, y como su expedición estuvo desde el inicio conidicionada por la que años antes había realizado otro gran explorador a quien el francés admiraba: el capitán James Cook.

Cook nació en 1728 en North Yorkshire, en una familia pobre de ascendencia escocesa. Aprendió los rudimentos de la navegación en los barcos que transportaban carbón al Mar del Norte. Pronto se alistó en la Navy como simple marinero, participando en la Guerra de los Siete Años (como La Perouse) y especialmente se distinguió en la toma de Quebec (Canadá) a los franceses.

Posteriormente la Sociedad y la Navy le pusieron al mando de una expedición astronómica cuyo objetivo era ver el paso de Venus delante del sol desde Tahití. Ello permitiría una medición exacta de la distancia de la Tierra al Sol.

Partió con su nave, el Endeavour (del cual tomó el nombre el transbordador espacial), desde Inglaterra, recalando en Río de Janeiro y posteriormente en Tahití. Se hizo la medición prevista (que posteriormente se descubrió que era prácticamente inservible, no por culpa de la medición, sino por la poca fiabilidad de la instrumentación), y una vez cubierto el objetivo se lanzó a por el "objetivo secundario": reclamar para la Corona inglesa todos los territorios posibles.

Así, pronto Nueva Holanda pasó a ser Australia y miembro de la Commonwealth (había sido descubierta por los portugueses y cartografiada por españoles, pero no le importó mucho), Nueva Zelanda (descubierta por los holandeses), Tasmania y varios atolones del Pacífico.

A su vuelta a Inglaterra fue colmado de honores, y pronto estaba preparando su segunda expedición, destinada a ver si más al sur de Australia podía encontrarse tierra habitable. Llegó a unas 75 millas de la Antártida antes de dar media vuelta y dirigirse a Nueva Zelanda, con la conclusión de que no había nada que ver aparte de bloques de hielo, más al sur de Australia. A su vuelta al Reino Unido de nuevo se le rindieron toda clase de honores, pasando a ser Miembro de la Real Sociedad, la más alta distinción para un científico-explorador-cartógrafo.

Pero Cook no podía estarse en tierra firme mucho tiempo. Lanzó una nueva expedición en busca del pasaje del noroeste, un mito según el cual podía pasarse de Europa a Asia a través del norte de América. Partió en 1776, circunvaló África y la India, atravesó el Estrecho de Cook (Nueva Zelanda) y desde allí navegó por toda la costa americana hasta el Estrecho de Bering, donde fue detenido por el hielo. Viendo la imposibilidad de continuar se dirigió de nuevo al Pacífico.

En este último viaje tuvo serios problemas con su tripulación. Tradicionalmente el capitán de navío de la época era poco dado a condescendencias con su tripulación, y el látigo y los castigos estaban a la orden del día. Cook era un carácter fuerte que sabía imponer sus decisiones: hizo que sus hombres comieran choucrout y cítricos en cantidad para prevenir el escorbuto, muy habitual en la época en los barcos debido a la falta de vitaminas de las verduras y frutas frescas. Sin embargo esta medida no fue bien recibida por la tripulación, a pesar de que no hubo un solo caso de escorbuto en ninguno de sus viajes. En el último viaje James Cook sufrió alguna clase de enfermedad que le alteró, haciendo más inhumano el trato a sus hombres y tomando algunas decisiones equivocadas. La última de ellas le llevó a la muerte.

El 14 de Febrero de 1779, habiendo recalado en Hawaii, unos indígenas robaron un esquife de Cook. Entre los tahitianos el robo era el pan nuestro de cada día, y no se consideraba algo inmoral. Sin embargo, los británicos no pensaban igual, y generalmente se capturaba algún prisionero hasta que lo robado aparecía. Cook se dispuso a capturar al rey de la isla (se le oyó decir: "Siento que estos indígenas me van a obligar a hacer algo violento. No podemos permitir que piensen que quedan por encima de nosotros"), lo cual sentó bastante mal a su pueblo. Del "huy lo que me ha llamado" se pasó al "eso no me lo dices tú en la calle", y pronto estaban los ingleses pegando mosquetazos a diestro y siniestro, y todos los indígenas lanza y cuchillo en mano. Cook cayó acuchillado y parece que se practicó algún tipo de canibalismo con él. Posteriormente su tripulación pudo rescatar el cuerpo, separando la carne de sus huesos como era tradición, para que éstos fueran sepultados en el mar (la carne se quemaba, por si algún morboso tiene interés).

El capitán James Cook fue uno de los grandes descubridores de la historia, y gran parte de los grupos de islas del Pacífico fueron descubiertos y cartografiados por sus expediciones. Amplió enormemente el conocimiento que se tenía de la zona, y allanó el camino para futuras expediciones y asentamientos.

Acuarela sobre Fabricio 12x18,5

3 comentarios:

  1. gracias por estas lecciones de historia, cosa que me gusta mucho.
    es todo un placer leer tu blog.
    un saludo.

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  2. Muchas gracias Jose: me obligo (además de a hacer la acuarela diaria) a escribir su historia, como otra forma de aprender. En realidad hasta ahora casi todo lo conocía de mis largas lecturas cuando era joven (y tenía tiempo), pero siempre hay detalles que refrescas y partes que amplías. Pero es un trabajo extra de consulta, resumen, análisis y redacción. Y cuando hay poco tiempo, esta última sufre ;-D

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  3. Hay una anécdota curiosa: el capitán Bligh, que lo fue de la famosa Bounty, formó parte de la tripulación de la Resolution, bajo el mando de Cook en su último viaje.

    Enhorabuena por la acuarela. Me gusta mucho la sutil forma en que has marcado el azul del uniforme.

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