Hace tiempo, Julián me prestó un librito de poesía ("Estar enfermo" se llamaba) escrito por una tal Luna Miguel. El nombre parecía un pseudónimo, y el libro me pareció buenísimo. No sé si se lo llegué a recomendar a Evohé, ella que aún es joven y se atreve a escribir, pero en su momento pensé que le gustaría leerlo. Y es que alguien que con 11 años leyó a Bukowski y a Kerouac y a Rimbaud, se merece un minuto de mi atención (aunque ya hace tiempo que dejé de admirarlos, y ahora pienso en el bueno de Bukowski más como en un dipsómano que describía muy bien sus borracheras, y en Kerouac como un jeta sobrevalorado; a Rimbaud sigo admirándolo, véase el poema suyo que pasé a acuarela) e incluso un seguimiento continuo de su blog.. Y como por alguna extraña razón la encantan los pájaros, la he pintado con cuervos (que nos sacarán los ojos) saliendo de su chupa de cuero.
Luna también hace fotos y su cuenta de Flickr contiene bastantes de ellas, pero es en su blog y sus libros donde podemos descubrirla de verdad. Según parece tiene bastantes seguidores y cierto renombre en la Red, y en su bolsillo (o en la repisa de su chimenea) hay ya varios premios de poesía.
También publica un blog en el periódico "Público", pero por alguna razón me resulta más artificial. No sé, a lo mejor es porque trata sobre la realidad, y la realidad es tan cliché, tan manoseada... Su blog personal es mucho más atrayente. Además de salpicarlo con poemas suyos y de otros, sus comentarios están escritos como hace mucho que no leía a nadie.
"¿Quién quiere provocar hoy en día?". Sólo por esta frase ya merece la pena acercarse a su blog y a su obra. Este "quiénquiereprovocar" tendría que grabarse sobre el dintel de cada artista, al igual que sobre el Infierno de Dante aparecía ese "los que aquí entráis, abandonad toda esperanza", pues parece que algunos aún no se han enterado.
En fin, echad un vistazo aquellos a los que os guste la poesía a sus libros, y veréis a alguien que reúne todas las condiciones para ser algo en la vida:
1.- Escribe bien. Escribe muy bien.
2.- Algo en lo que casi nadie repara nunca, pero que yo siempre tomo como indicador de si alguien triunfará: con ese nombre, Luna Miguel, tiene que llegar a ser una estrella.
3.- Si además contempláis alguna foto de ella, veréis el aura de maldita condenada al éxito. Es inexorable.
La acuarela recuerda a Hugo Pratt, pero es que es muy complicado añadir detalle en un tamaño tan pequeño...
Acuarela sobre Fabriano 18,5x12cm.
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