Como ya es oficial que desde el jueves pasado no consigo hacer un trazo como Dios manda (y eso que pinto algo todos los días), aprovecho para hacer una entrada sobre uno de mis artistas favoritos: Howard Pyle, del que prometí hablar hace algunos posts.
Pyle pertenece a la bien llamada "Edad de Oro de la Ilustración Americana", y que engloba a nombres tan conocidos como Loomis, Leyendecker, Dunn, Schonoover, Maxfield Parrish y tantos otros. Este grupo de grandes artistas está a caballo entre finales del siglo XIX y mediados del XX, siendo los felices 20 y 30 los años en que se dan las obras más destacadas.
¿Por qué surge esta "Edad de Oro"? Pues en mi humilde opinión, se dan varios factores:
Surge la publicidad, y las revistas americanas se llenan de anuncios. Pero el color aún sólo lo da la ilustración, no las fotos, de ahí la necesidad de buenos ilustradores. Igualmente, los artículos son ilustrados con fotografías, que ya alcanzan una calidad aceptable en reproducción y tienen precio asequible. Las portadas en color y presentaciones interiores, suelen hacerse por un ilustrador.
Y también, y esto es una opinión muy personal, la ilustración se convierte en el refugio de los artistas que quieren hacer arte "realista" frente a todas las corrientes artísticas que surgen en los años mencionados. Tras el "shock" del impresionismo, los críticos de arte aceptan rápidamente las nuevas tendencias y comienzan a despreciar abiertamente todo lo que suene a "clásico". En las escuelas de arte se incorporan los nuevos métodos y estilos, y aquellos que quieren continuar con la tradición artística deben buscar nuevas formas de colocar sus productos, ya que galeristas y críticos están inmersos en los nuevos "ismos".
Una característica común de estos grandísimos artistas, es su deseo de transmitir su conocimiento. Todos han recibido clase de artistas hoy renombrados, y a su vez se preocupan de ser profesores de los más jóvenes. Así, Pyle será profesor de Parrish, Dunn, Schoonover y muchos otros, y a su vez éstos también formarán a nuevos artistas. Del mismo modo, casi todos escribieron algún libro en el que descubrían sus secretos a los ávidos aprendices de artista.
Pyle revolucionó la ilustración tradicional, estudiando cuidadosamente el proceso de fotolitos basado en 4 colores (cyan, magenta, amarillo y negro), e introduciendo composiciones que rompían los esquemas anteriores basados en personajes estáticos. Por otro lado, los temas en los que trabajó le permitían dar rienda suelta a sus experimentos: piratas, guerreros, la guerra civil americana, duelos de espadachines...
De hecho, Hollywood debe mucho a los piratas de Pyle. Él creó el estereotipo que todos conocemos del pirata de pañuelo en la cabeza, medias a rayas, torso descubierto y faja con cuchillo. No hay más que ver las películas de Errol Flynn, o incluso las disneyanas "Piratas del Caribe", para comprobar su influencia.
Pyle murió en Florencia de un cólico de riñón. Había ido allí a "mejorar su técnica": a los cincuentaytantos y sin tener que demostrar ya nada a nadie decidió que aún tenía mucho que aprender. Un ejemplo para todos.
Viendo las obras de Pyle, me da mucha risa interior cuando oigo a algún artista decir despreciativamente de otro: "Ése es un ilustrador" (me ha ocurrido). A mí me gustaría ser de mayor un ilustrador como Howard Pyle.
Maravillosas ilustraciones. SON ARTE, EN TODA REGLA!!!!
ResponderEliminarAgradezco también esa historia que nos relatas de este famoso Ilustrador Pyle.
Un abrazo.
Me alegro de que te gusten mis historias del abuelo Cebolleta. Es divertida la tarea de recopilación de datos, lectura, etc...
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