martes, 3 de abril de 2012

Visto últimamente - Nicolai Ivanovich Fechin


O lo que es lo mismo Nicolás Juánez Fechin. Uno de los grandes pintores rusos de esa época que tanto me gusta de finales del XIX.
La escuela rusa de pintura siempre ha tenido varias características curiosas, como por ejemplo la de nunca dejar de impartir un academicismo que, sin embargo, siempre ha sabido conservar un estilo eslavo propio que permite detectar rápidamente a los artistas de esa escuela.

Fechin nació el 26 de Noviembre de 1881 en Kazán, cerca del Volga central en Rusia. Su padre, que tenía una pequeña tienda que esperaba que heredara su hijo, fue lo suficientemente inteligente como para captar el don que tenía su hijo para el arte, y con trece años lo envió a una recién abierta escuela de pintura en el propio Kazán. Fueron tiempos difíciles para Nicolai, pues el negocio de su padre quebró y éste abandonó a la madre de Fechin. Sin recursos para vivir, la academia de arte se convirtió - literalmente - en su hogar. Afortunadamente, una tía pudo seguir subvencionando su formación.

De Kazán partió a San Petersburgo a estudiar en la escuela de arte más famosa de toda Rusia para aprender, entre otros, del grandísimo Ilya Repin (uno de mis pintores favoritos). Tenía diecinueve años cuando llegó, y pronto acaparó la atención de sus maestros y, pese a que la escuela cerró en 1905 por la primera revuelta revolucionaria, consiguió varios premios en el interín.

En 1909 finalizó sus estudios con las más altas notas, y uno de sus proyectos finales ganó la medalla de oro en el Salón de Roma de ese año, casi nada, lo que le dio cierto nombre en Europa.

En 1910 volvió a Kazan para comenzar como profesor en la escuela en la que un día inició sus estudios. Se casó con la hija del director de la escuela (pillín...) y mantenía una buena reputación como artista en Rusia. Tuvo una hija, y la vida le sonreía.


Pero en 1917 tuvo lugar la Revolución Rusa que trajo grandes cambios, y también mucha inestabilidad. Afortunadamente para Fechin, algunos de sus alumnos se situaron muy bien en el nuevo gobierno y pudieron darle su protección. Sin embargo, ya no había mercado para su arte (ya se sabe que tiene que haber un mercado para que alguien demande tu obra, y la revolución había acabado con todo ello), por lo que decidió que no le interesaba seguir el estilo fijado por el Kremlin para sus artistas (propaganda, loas al trabajador y Lenin...) y emigró a los EEUU.

Dean Cornwell (otro genio, uno de los grandes ilustradores de la Edad de Oro de la Ilustración Americana) lo acogió a su llegada a Nueva York, y como su fama lo precedía pronto llegaron los encargos. También comenzó a dar clases en la Academia de Arte de NY.

En 1927 tuvo que emigrar al Oeste debido a una tuberculosis, y la recomendación del médico de acudir a climas más secos, y se asentó en Taos (Nuevo México) en una escuela de arte recién abierta. El paisaje de  Taos le recordó inmediatamente el de Siberia, y enseguida se había asentado y comenzado a pintar con auténtico fervor. Los indios le apasionaron como tema de pintura, y sus cuadros se vendían por toda América.

En 1933 su mujer se divorció de él que volvió a NY con su hija. Cuando ésta se casó, volvió al Oeste (California, México), a Japón y a distintas islas del Pacífico, hasta asentarse en Hollywood. En 1948 volvió a mudarse al Gran Cañón, donde murió en 1955.

Hoy en día se le sigue recordando, sobre todo, por sus cuadros de indígenas, pero fue un gran maestro en todos los temas que pintó.

3 comentarios:

  1. Un artista con mayúsculas, bonita selección.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. qué buenos estos autores, gracias por descubrímelos Tayete! solo que no veo claro cuales son de Dean Cornell, las 3 últimas? anda vaya pillo el Nicolai :)

    ResponderEliminar
  3. Todas son de Nicolai, Cati. Me alegro de que te guste, es buenísimo.

    ResponderEliminar

¿Qué pinceladas vas a añadir a mi cuadro?