martes, 12 de abril de 2011

School of Saatchi

Este fin de semana he podido sacar algo de tiempo para ver los 4 capítulos de "School of Saatchi" ("Escuela de Saatchis"), un programa que se emitió en la Pérfida Albión en 2009. Y es que el programa es muy interesante por muchos motivos:

Básicamente, consiste en un "Operación Triunfo" pero de artistas, en el cual el premio final es que el artista ganador podrá exponer una pieza en el Hermitage, dentro de la que fue en su momento la última exposición de Saatchi. Ésto ya te hace pensar: "¿Es en ésto en lo que se ha convertido el mundo del arte, una Operación Triunfo?". Para los que no lo conozcan, Saatchi fue uno de los fundadores de la mayor agencia de publicidad de su momento, transformado en coleccionista y promotor artístico. Tiene una de las mayores galerías de arte del mundo, tiene una gran galería online (el registro es gratis y puedes subir tu obra aunque sea amateur, así que animaos), y patrocina gran número de eventos anualmente.  Es amado y odiado a partes iguales, pues promociona un arte transgresor que busca no dejar indiferente, a veces acudiendo a artistas que apenas nadie entiende. Yo me encuentro en un término medio: como promotor artístico creo que su patronazgo de Koons, Hirst y Tracey Emin no ha aportado nada al mundillo artístico (y sí cierto descrédito en algunos aspectos - véase la última exposición de Hirst, todavía se oyen los abucheos), mientras que ha descubierto a maravillas como Jenny Saville, que sí merecían el salto al primer plano (según mi opinión siempre, claro). Por otro lado, creo que como promotor de marketing o financiero, no tiene rival. Cualquier departamento de marketing daría todo por tenerlo al frente.

El concurso arranca cuando se convoca a todo aspirante a artista a presentarse a una "audición" en la cual pueden mostrar una obra, que será revisada por varios expertos de Saatchi. De ahí salen 12 candidatos que deben presentar otra obra en un plazo breve, para volver a ser examinada. Primer mosqueo: de todos los que se presentan de toda edad y condición, los 12 candidatos tienen menos de 30 años: así que ya sabéis amigos artistas, si tenéis más de 30 tacos da igual que hayáis hecho mil exposiciones, escribáis la crítica artística en el periódico más importante de tu ciudad, o te encarguen comisariar montones de exposiciones: para Saatchi no contáis. Segundo mosqueo: de los 12 candidatos, sólo 1 es pintor. Todos los demás hacen instalaciones o video; no me explico cómo Saville ha llegado a algo con Saatchi. No hay escultores.

Tras presentar sus obras, los 12 candidatos quedan reducidos a 6 (el pintor está entre ellos, menos mal). Deben hacer una sesión de desnudo para ver sus cualidades frente a la realidad, dibujo que irá junto a otra obra que deben desarrollar para ganar puntos y poder ver su evolución. Tercer mosqueo: ninguno sabe hacer dos rayas juntas a la hora de dibujar el desnudo, ¡y eso que todos han ido (o van) a Escuelas de Arte (menos el pintor, que es autodidacta)!. Ni siquiera el pintor es capaz de dibujar el desnudo. Al menos una de las instalacionistas hace un dibujo muy majo, pero eso sí, puro expresionismo abstracto en el que no hay ninguna referencia al desnudo que tenía delante, objetivo de la prueba.

Nueva prueba: por parejas deben hacer una obra en Hastings (ciudad costera inglesa) al alcance del público, en la que éste votará también en unas urnas al efecto. Los 3 grupos hacen una instalación, claro, unos móvil y otros no. Saatchi decide que la mejor obra es la menos votada por los visitantes al pueblo.

Otra prueba: en un antiguo castillo inglés, deben sustituir algún objeto que encuentren en él por una obra suya. El pintor hace un cuadro (que es una patata, reconocido por el público, los expertos de Saatchi, Saatchi, y servidor de Vds.), los instalacionistas instalaciones entre las que se encuentran 2.000 tortas de harina apiladas en el suelo, una polea que mueve una borla (que al final no tiene movimiento), libros por el suelo... Ganan las tortas apiladas, según Saatchi.

Última prueba: en la propia galería Saatchi, cada uno dispondrá de espacio para preparar y presentar lo que quiera. El pintor prepara dos cuadros (uno abstracto bastante interesante con relieves de collage), y el resto...instalaciones (una caravana construida de madera, una torre de madera a la que subir, un generador Tesla al que le acoplan una peluca, dos paneles de madera pintados, y una verja con un tronco clavado que una de las chicas encontró por la calle, y que compró a la comunidad de vecinos y transportó a la galería.

Cuarto mosqueo: gana... ¡la tía buena de 19 años! (la del tronco encontrado en la calle). Durante todo el programa los expertos de Saatchi han estado diciendo que parece que la chica es un "bluff", pues alterna buenas ideas con chorradas (a mí todas me parecen chorradas); bueno, pues Saatchi dice que es la mejor con mucho.

Quinto mosqueo: SAATCHI NO APARECE EN NINGÚN MOMENTO EN LOS CAPÍTULOS. Ya, es sabida su proverbial afición a no aparecer en público, pero es un poco demasié que un programa con su nombre no le saque ni a lo lejos, pues da la sensación de estar todo basado en un guión.

Así que ya sabéis, amigos artistas: si tienes más de 25 años, no haces instalaciones, no sabes manejar complicados aparatos electrónicos que sueltan chispas (o sierras y martillos, como es mi caso), no eres mujer, y no estás buenísima, no tienes nada que hacer en la Escuela de Saatchis (eso sí, me lo he pasado en grande viendo como preparaban sus exposiciones en plan documental de Operación Triunfo; si queréis pasar un buen rato, buscad los capítulos - en inglis pitinglis - y a disfrutar).

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