Untitled |
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Charlene |
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Últimamente he estado bastante obsesionado con una etapa pictórica (bueno, si puede llamarse pictórica), de Robert Rauschenberg (1925-2008). En concreto la que tuvo lugar en los 50 y 60 del siglo pasado. Y es que con Rauschenberg siempre he tenido una relación de amor-odio similar a la que tengo con Picasso (probablemente uno de los mayores genios - de la pintura y del marketing - de nuestro tiempo), pues tanto me encanta parte de su obra como me horroriza el resto.
Rauschenberg, un tejano que estudió arte en el Kansas City Institute, después en París, y más tarde en la conocida Black Mountain Collage, que por aquel entonces era un hervidero de artistas de la postguerra, y donde se enseñeba y se animaba a los alumnos a experimentar en contra del arte establecido (bueno, al menos el establecido en el siglo XIX), y que fue el primer edificio del mundo en tener una cúpula geodésica. Allí su profesor Albers le animó a hacer "justo lo contrario de lo que le habían enseñado". Así que pronto evolucionó a la abstracción pura, con collages creados con materiales encontrados en la calle. A menudo incluía pequeñas luces o animales disecados, o creaba obras con varias caras que podían rodearse y contemplarse desde varias perspectivas.
En un catálogo de 1959 declaraba
"Un par de calcetines no son menos apropiados para crear un cuadro que la madera, los clavos, los óleos y la trementina".De esta forma pronto sus obras se volvieron inclasificables...¿qué eran?¿cuadros?¿collages?¿esculturas? Así que decidió llamarlas "Combinaciones". Su razón era muy clara:
"Vi que a Calder no sabían cómo clasificar su obra hasta que él decidió llamarla "móviles". "Ah, así que eso es lo que son" dijo la gente, así que yo decidí clasificar a mis obras como "combinaciones". Y funcionó"
Mi problema con Rauschenberg viene de que tras su éxito con las combinaciones pasó rápidamente a las instalaciones y el arte conceptual que tanta guerra dió en los 80. Y ahí sí que me aburre soberanamente. Las texturas que me dejan pegado a la foto de su "Canyon", desaparecen en sus montajes con bicicletas. Todo el colorido de "Satellite" muere tras los 60. Esos churretones de pintura que tanto carácter tienen en sus "Untitled", dan paso a materiales fríos como el metal.
Ya nunca volvió a crear un "Charlene", para mí su obra maestra aunque esté tan alejada de mis gustos habituales.
Canyon
Actualización Sept. 2014: En Rauschenberg en Artsy podéis encontrar una página muy completa sobre el artista, con novedades sobre exposiciones, imágenes de su obra, etc...
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El 13 no es síntoma de mala suerte, menos cuando hay 100 por delante.
ResponderEliminarMe quedo paseando por tu galería.
Saludos.
¡Muchas gracias, 113! ;-)
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí, Sergio, espero que te guste.