El sábado en León en una boda (en el Parador San Marcos, qué bonito es), estaba entre los asistentes Covadonga. Una mujer espectacular: alta, delgada, y con un perfil maravilloso para pintar. Además llevaba un peinado muy moderno, y a la vez muy clásico. Pelo blanco, muy corto, y con un tocado de hojas que la enmarcaban la cara. En definitiva, había que sacar un dibujo
Así que la pedí que posara un momento, y no sólo no le pareció mal sino que aceptó que la arrancara del baile con toda mi cara, y se sitúo donde yo esperaba que las luces de colores de la sala de baile no hicieran sombras demasiado extrañas.
Así que, de momento, un retrato rápido en Conté, a ver si me animo a hacer un óleo pequeño, porque la amabilidad de Covadonga, y su maravilloso peinado lo merecen.
Conté, lápiz y carboncillo sobre papel.
Last saturday I assisted to a wedding at León (at the San Marcos hotel, really pretty), where among the guests was Covadonga. A terrific lady: tall, thin, and with a fantastic profile for painting. Furthermore she had a very modern haircut, which was at the same time very classic. White hair, very short, and with some colored leaves on her head that framed perfectly her face. A drawing was compulsory...
So I asked her to pose briefly, and not only that offer didn't offend her, but she accepted to be taken away from the ball with all my cheek, and posed where I expected the colour lights of the ball room not to make too odd shadows.
So, for the moment, a quick Conté portrait; let's see if I manage to make a small oil, as Covadonga's kindness and her awesome haircut, deserve it.
Conté, pencil and charcoal on paper.
Fantásico y que atrevido.
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