He estado desde las 8 de la mañana hasta las 11.30, en que he abandonado porque los acrílicos se secaban nada más sacarlos del tubo, y ya no me quedaba agua para echar encima e intentar mantenerlos frescos...
Cuando llegué (esta vez iba preparado: sombrero para el sol, silla, zapatillas de deporte con calcetín para que no me mordieran las hormigas, coca-cola...) lo primero que pensé es:
"qué vagas son las hormigas, a las 8 de la mañana no hay ni una".
Luego me di cuenta de por qué no había ninguna a esa hora: es la hora de las moscas (se ve que se turnan en jorobar a los que pasan por allí). Y como contra ellas no había llevado nada, a aguantarse. Sí es cierto que hubo un momento de transición en que coexistieron pacíficamente las moscas y las hormigas, de lo que me di cuenta no porque me mordieran como el otro día (hoy no podían), sino porque se metieron todas como tontas en los acrílicos de mi paleta, así que parte de la pintura tenía cadáveres de hormigas que tuve que quitar luego.
Me recuerda a la expedición de La Perouse (de la que ya hablaré en otro momento pues es otro de los grandes misterios que se va resolviendo poco a poco), que llevaba con ellos a un científico-ilustrador (el antecedente de los fotógrafos de National Geographic actuales) que se quejaba constantemente de que las moscas se comían el gouache y no podía pintar nada.
Sobre la pintura, un único apunte: he descubierto el naranja. Lo usaba poco porque siempre lo hacía a base de mezclar, y el color resultante como buen secundario de pigmentos, es un naranja poco vibrante y un pelín sucio. Leyendo el otro día a Betty E. comentaba que nos olvidemos de paletas reducidas y ampliadas, que hay que llevar tubos de primarios y de secundarios, y los terciarios sacarlos por mezcla, pues si no pasaba lo que os describía antes, por tratarse de pigmentos y no colores puros. ¡Menuda diferencia! Los malvas, morados y naranjas tienen otro aire, y resulta que el naranja va fenomenal para desaturar verdes, y con el morado salen casi los mismos colores que me gusta mezclar en acuarela.
Magnifico amigo Tayete. El acrilico lo tengo apuntado en mi agenda, aunque lo veo superdificil. Tu lo bordas.
ResponderEliminarun saludo
PD. TENDRE MUY EN CUENTA LO QUE DICES DEL COLOR. MUY EN CUENTA SI SEÑOR.
ResponderEliminarMereció la pena el madrugón, Tayete. ¡Un paisaje precioso!
ResponderEliminarLa textura en el primer plano, el morado de la lejanía, ese árbol... ¡Qué dominio!
Un abrazo.
Valentín intentaba postear y no le dejaba, así que me lo envía por otro medio:
ResponderEliminar"he intentado comentar en el blog y no me lo ha cogido, así que repito y punto, enhorabuena tayo, has cogido el aire de esa zona, ese páramo a lo lejos y el pimpollo en primer plano están cojonudos, eres un maquina"
Muy buen trabajo. Muy interesante el tema de los colores. Te felicito
ResponderEliminarun abrazo
¡Felicitaciones!
ResponderEliminarEsta pintura es genial! los colores son perfectos,
tonos maravillosos, como los reflejos azules en el árbol! y la síntesis del paisaje y es genial!
me encantó!
Dadas las condiciones inhóspitas, era un valiente!
Muy interesante el post, me apunto lo de protegerme de las hotrmigas si voy al campo. a que libro te refieres sobre los colores , yo tengo el de dibujo.igual es una edicion anterior?. por cierto la pintura esta genial.me gusta la parte de la sombra como se meten los llervajos con luz en la forma ayudando a separar los planos. y la variedad de colores en los arboles.
ResponderEliminarEstá muy bonito el monte del fondo, Tayete. Muy conseguida la perspectiva atmosférica
ResponderEliminarUn paisaje magnifico, me encanta!
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